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Francia veta que se acuñe una moneda de dos euros sobre la batalla de Waterloo

Han pasado 200 años, pero para los franceses sigue siendo una humillación, un trauma nacional del que aún no se han recuperado. Hablamos de la famosa batalla que el 18 de junio de 1815 se libró a las afueras de la localidad belga de Waterloo y en la que las tropas guiadas por Napoleón sufrieron una denigrante derrota a manos de los soldados británicos, holandeses y alemanes capitaneados por el Duque de Welligton. Ese descalabro militar sigue siendo tan punzante para los franceses que París ha vetado la emisión de una moneda conmemorativa de dos euros que Bélgica quería acuñar para celebrar el bicentenario de esa célebre batalla.

Según el reglamento de la Unión Europea, cada país miembro del euro tiene derecho a acuñar dos monedas conmemorativas al año. Pero la normativa también contempla el derecho de los otros países a airear sus eventuales objeciones a que se emita una moneda en cuestión e incluso a vetarla. Bélgica presentó en noviembre pasado un proyecto para acuñar una moneda de dos euros conmemorativa de la batalla de Waterloo. El 'dossier' estaba siguiendo el procedimiento habitual, hasta que el pasado día 5 de este mismo mes ocurrió: a la Secretaría General del Consejo de la Unión Europea llegó una carta oficial desde Francia.

En la misiva, París señalaba que la emisión de una moneda de dos euros conmemorativa de la batalla de Waterloo "corre el riego de generar reacciones distintas en Francia" y dejaba palmariamente claro cómo el asunto sigue levantando ampollas a este lado del canal de la Mancha. "La batalla de Waterloo es un acontecimiento de una resonancia particular en la conciencia colectiva, que va más allá del simple conflicto similar", sostienen en la carta las autoridades francesas. París concluye la misiva asegurando que "la circulación de monedas que conllevan un signo negativo para una parte de la población europea nos parece peligroso", sobre todo "en un contexto donde los gobiernos de la eurozona están tratando de reforzar la unidad y la cooperación a través de la unión monetaria".

Resultado: ayer las autoridades belgas retiraron el proyecto para acuñar una moneda de dos euros en conmemoración de los 200 años de Waterloo. Y eso que la zona en la que tuvo lugar la batalla, en unos campos a las afueras de Bruselas, es patrimonio histórico de la humanidad y se conserva igual que estaba cuando allí perdieron la vida 55.000 soldados, en una de las peores carnicerías del siglo XIX.

Pero, como era de esperar, la decisión de Francia de rechazar que presentar sus objeciones ha desencadenado los comentarios sarcásticos de varios parlamentarios británicos. "Los franceses deberían de crecer un poco", ha declarado por ejemplo el conservador Peter Bone. Pero, sobre todo, la decisión de París ha dejado boquiabiertas al comité que en Bélgica está organizando los actos para conmemorar Waterloo. "Llevamos años preparándolo, con la colaboración de los embajadores, y hasta ahora no había habido ningún problema", señala Etienne Claude, director de la ONG Batalla de Waterloo.

Fuente: El Mundo.


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