La buena salud de la numismática

Con 70 ediciones cumplidas este año, la convención numismática de Avilés, organizada por la Sociedad Numismática Avilesina, demostró ayer el prestigio de la cita tanto entre profesionales como aficionados que, desde primera hora de la mañana, acudieron a los salones del Hotel Silken Villa de Avilés.

Con poco más de una docena de comerciantes, este año la cita avilesina contó con la presencia de un numismático extranjero, en concreto el británico Dick Downes que, aprovechando un viaje por España, se acercó desde La Coruña. Aunque presentaba moneda romana, uno de sus principales objetivos era comprar piezas españolas, especialmente macuquinos, monedas acuñadas manualmente entre los siglos XVI y XVIII y donde una de sus características es su forma irregular.
«La convención de Avilés está bien. Es un lugar agradable», comentaba Downes, que no descarta en regresar a la cita, incluso preguntó por las ventajas que aportaba la asociación a la Sociedad Numismática Avilesina.

Junto a estas nuevas presencias, la cita contó con participantes veteranos, como el numismático bilbaíno Juan José Lavín, que fuera presidente de la Asociación de Numismáticos Profesionales de España (ANPE), en cuyo calendario oficial aparecen las dos convenciones anuales de Avilés.

«Se está celebrando con el tono habitual. La organización siempre es muy amable con los comerciantes y venimos muy contentos», destacaba Lavín. El trabajo de años desarrollado por Claudio López Arias, presidente de Sociedad Numismática, y su equipo, ha permitido que muchos comerciantes acudan a la cita avilesina con especial interés. Arias mostraba ayer su satisfacción por la afluencia y la actividad que se vivían en la convención avilesa.

Y, más aún, en unos momentos como los actuales en los que la numismática se encuentra «con salud de hierro», explica Juan José Lavín. Así, destaca que «las subastas se están moviendo bastante». A ello se une la unión de dos factores: «existe una afición consolidada, junto con la cotización de oro y plata, que suben e incrementa el valor de las monedas». Y, en los actuales momentos, cada vez son más las personas que acuden a estas piezas como un valor refugio para invertir. «El precio de una onza de oro puede subir por la cotización del metal, pero la bajada siempre estará frenada por su valor como moneda», explica Lavín.

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