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Grecia puede caer en un limbo legal: es difícil que deje el euro si no quiere

La posibilidad de que Grecia abandone el euro sigue sobre la mesa, e incluso parece que algunas voces en otros países miembros la piden. Sin embargo, puede haber un gran problema de carácter técnico y legal: no hay forma de que deje el euro sin retorcer los tratados europeos. Además, en la mayoría de los casos necesitaría la petición de la propia Grecia, algo que parece poco factible a día de hoy.

Así lo explica el diario británico Financial Times, quien asegura que los abogados de la UE están "peinando" los tratados en busca de una solución. No porque quieran que Grecia salga del euro, sino porque si la situación se encalla, el país podría encontrarse en un limbo legal que le impediría recibir cualquier tipo de ayuda de los socios.

Desesperado por obtener liquidez, el gobierno de Alexis Tsipras podría optar por imprimir su propia moneda, especialmente si el Banco Central Europeo (BCE) decide cortar la liquidez de emergencia que mantiene con vida a la banca griega. De hacerlo, sin embargo, Grecia ya no sería elegible para recibir ayuda del MEDE, ya que está usando una moneda diferente. De este modo, la primera de las posibles vías de ayuda se cerraría en breve.

El problema es que Grecia, legalmente, seguiría siendo parte de la Eurozona, por lo que técnicamente tampoco podría optar al denominado balance of payments assistance (BPA), un programa europeo reservado a países de la UE que no pertenecen al euro. Rumanía, Hungría y Letonia (antes de entrar en el euro), ya recibieron fondos europeos durante la crisis. Así, esta opción para obtener financiación tampoco está disponible.

No hay salida

Yannis Varoufakis, ex ministro de Finanzas heleno, aseguraba que ser parte de la Eurozona le recordaba a la letra de la famosa canción de los Eagles, Hotel California: "Puedes dejar la habitación cuando quieras, pero nunca te puedes marchar". Y, legalmente, tiene razón. En los tratados no existe ninguna forma explícita para dejar la Eurozona.

Lo único similar se encuentra en el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, pero no es una salida de la Eurozona, sino un abandono total de la unión. Además, esto requeriría la petición por parte de Grecia, y una solución que nadie en la Eurozona quiere, al menos de momento.

Según el diario británico, los funcionarios europeos se están centrando ahora en el artículo 7 del mismo tratado. Pero este artículo tiene un objetivo muy distinto, ya que permite a la Comisión Europea proponer que un país está violando los valores europeos, y si todos los estados miembros así lo acuerdos, la UE "puede suspender ciertos derechos".

Parece difícil que se pueda considerar imprimir tu propio dinero como una violación de los valores europeos, especialmente cuando este artículo se utilizó como represalia cuando el gobierno de Austria decidió incluir al ultraderechista Jörg Haider en su gobierno. La parte positiva de invocar el artículo 7 es que permitiría la suspensión de Grecia de la Eurozona y no la completa expulsión y, sobre todo, no necesitaría la aprobación de Grecia.

El FT apunta a que la medida más plausible, según sus fuentes, sería utilizar la "cláusula de flexibilidad" incluida en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Incluida en el Artículo 352, básicamente permite hacer lo que sea necesario si es por el bien de la UE y dentro del marco de las políticas europeas, aunque esa decisión no se encuentre en los tratados todavía. Aquí, la clave para invocarlo es que la política sirva para la consecución de los objetivos (generales y específicos) de la UE.

Eso sí, esto requeriría unanimidad, por lo que Grecia debería pedir la salida del euro, algo que ha negado repetidamente. Quizás, asfixiada por la falta de liquidez y ante la falta de opciones, el país opte por aceptar la salida del euro si con eso consigue el dinero que desesperadamente necesita para seguir funcionando.

Fuente: El Economista

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