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Monedas funerarias reutilizadas, de los siglos XII y XIV

Nuestro agradecimiento al autor de esta magnifica investigación, Antonio Romero (conocido en foros numismáticos con el pseudónimo de Charro) quién desinteresadamente nos ha permitido dar a conocer su trabajo en mi blog. Por su extraordinaria calidad, este trabajo ha sido publicado en el nº de enero de la revista ECO FILATÉLICO Y NUMISMÁTICO. Nuevamente, Manuel agradecerte tu gesto.

Monedas funerarias reutilizadas, de los siglos XII y XIV

Fue una practica habitual durante la Edad Media la reutilización de las tumbas (según los arqueólogos pudieran estar entorno entre los siglos XII al XIV) por diversos motivos, entre los que se encuentran la falta de espacio en el camposanto y por los vínculos familiares.

El porqué de la falta de espacio, fue debido entre otras cosas, a que los cementerios llegaron a ser zonas protegidas o sagradas y que donde la gente llana del pueblo se refugiaba de los continuas malfetrías (en lugares mas bien fronterizos) los pillajes de ladrones y el ataque de los mismos vecinos poderosos, al que no podían entrar de forma violenta porque serian excomulgados.
Otro dato interesante según los arqueólogos: se han encontrado en numerosas excavaciones, junto a las sepulturas, graneros silos lugares de almacenamiento, en palabras del D. Padilla algunos de los recintos donde se asentaba el camposanto eran "auténticos bancos de comunidad". Y si tenemos en cuenta que el índice de mortalidad oscilaba entre los 38 a 43 años, es fácil comprender la saturación que ocasionaría.
En lo que se refiere a los vínculos familiares, esta claro que las mas poderosas lo tendrían mejor a la hora de coger espacio para sus enterramientos.

Se han encontrado entre los numerosos restos óseos (varias generaciones de familias) con diferentes ajuares (objetos de adorno y elementos rituales), vinagreras, cáliz, etc que por su ornamentación y calidad hacen suponer que pertenecían a una familia de rango superior. Otros restos óseos se han encontrado al exhumar la tumba, mezclados con restos cerámicos, numismáticos, o bien como reducción, colocados a los pies de otros individuos (por falta de espacio)

Estos tipos de practicas eran comunes en los cementerios para ahorrar espacio y mantener a la familia unida, o miembros de diferentes familias, por lo que la reutilización de la tumbas se convertiría en auténticos panteones bien familiares o no.

Cierto es que para los arqueólogos, al no tratarse de enterramientos cerrados sino reutilizados, les es dificil datar el año del enterramiento, más si cabe que en la misma tumba aparecen monedas de distinta cronología.

Ya sabemos las causas por la que se reutilizaban las tumbas:
Ahora bien ¿cuales fueron las causas por las que se reutilizaron las monedas? Varias hipótesis:

a) Los propios familiares enterraron a sus muertos con sus mismas monedas para que siguieran unidos ¿de ser así utilizarían las mismas perforaciones?
b) Si esto fuera así ¿porque en una misma moneda hay dos tipos de perforaciones? ejemplo: perforación para colgar en muñeca y perforaciones para colgar en diente
c) ¿Porque no eran de la misma familia y perforaban las monedas con otros agujeros?

Se han encontrado monedas hasta con cuatro perforaciones, en la misma exhumación o lo que es lo mismo estuvo colgada de cuatro personas, como veremos.

No sabemos exactamente el motivo que les debió llevar a perforar dos veces la misma moneda (con distinto colgamiento). En familias pobres se han llegado a encontrar hasta moneda falsa colgada del muerto, en época de guerras y hambrunas la moneda debió de ser reutilizarse y mucho, según se desprende de numerosos informes arqueológicos.


En este Dinero de Alfonso VII, hay tres perforaciones: dos perforaciones funerarias cuidadas perfectamente, hechas para ser en este caso colgadas de los dientes con un diámetro de 0,80 y otro de 0,40 ( las de 0,40 no son muy habituales) y una tercera perforación hecha a clavo, y con rasgos de a ver estado circulando (por el desgaste de la rebaba que dejo la perforación). Por este motivo pudiera haber ocurrir dos cosas en lo que se refiere a la tercera perforación hecha a clavo:

a) Que el dinero hubiera sido desmonetizado (tercera perforación a clavo descuida) y posteriormente hubiera sido reutilizado para dos enterramientos.

b) O a sensu contrario, que el dinero hubiera sido extraído de una tumba, posteriormente puesto en circulación y perforado a clavo quedando así desmonetizado. Comparando con otras perforaciones, insistimos en la idea que este dinero después de ser perforado estuvo en circulación.


En este Dinero de Alfonso VIII, con cuatro perforaciones en grupos de a dos, dos perforaciones con un diámetro de 0,60 y dos mas de 0,50, suponemos que las perforaciones posiblemente estuvieran colgadas al cuello.
En estos primeros siglos esta moneda a sido encontrada en grandes cantidades en las necrópolis y debío de ser muy utilizada por distintas clases sociales.

No ha pasado un siglo desde la ultimas perforaciones de Alfonso VIII y en lo que se refiere al diámetro de las perforaciones seguimos prácticamente igual, con las de el Infante rebelde e incluso nos atreveríamos a decir que no tienen nada que envidiarle a las perforaciones anteriores puestas (exceptuando algunas) porque en este mismo cornado que os presento he encontrado una perforación de 0,35.

En futuros reinados veremos como se descuidan todas las perforaciones en general e incluso, en algunas piezas van cambiando de lugar las perforaciones, que hasta ahora las habíamos visto casi siempre en los mismos sitios, lo cual es un dato a tener en cuenta.

Surgen dos nuevos interrogantes: el aparato giratorio que tenían que tener para hacer las perforaciones, con un cierto grado de sofisticación, Y la segunda cuestión para no llevarse a equivocación, son las distintas perforaciones en los distintos reinados, cada uno en su moneda. Veremos que diferentes son las perforaciones funerarias que estamos viendo a las perforaciones de desmonetizaciones.


En este cornado del Infante rebelde vemos cinco perforaciones, dos perforaciones descuidas (que guardan relación) una de 0,50 otra de 0,55 y la que os comentaba al inicio del post de 0,35. Sin duda esta perforación, es interesante.

En la excavaciones en necrópolis burgalesas (y en otras) los pepiones han sido encontrados en grandes cantidades, y como se puede comprobar en su mayoria las perforaciones están cuidadas.


En estos dos pepiones de Fernando IV (Con dos perforaciones de 0,60) se ve claramente la diferencia de metal rico que tiene cada uno. Comentamos esto porque las diferencias de clases sociales también se reflejaban en los enterramientos, hasta el punto que las familias mas pobres llegaron a enterrar con moneda falsa (como veremos mas adelante). Pero ¿una familia de clase social alta o media (en lo que se refiere solo a moneda) enterraría con moneda mas rica en plata? o ¿los enterraban poniéndole cualquier moneda al azar? De todos es sabido que a la hora de pagar con una moneda de baja ley, en muchas ocasiones había que pagar un premio, o lo que es lo mismo pagar una diferencia (a mayores) por estar baja de ley.



Pasamos unos años, la primera pieza es un cornado de Alfonso XI con tres perforaciones. No es un caso habitual que las dos perforaciones que están superpuestas y que no sean del mismo diámetro, una es de 0,60 y otra es de 0,55 cuando lo normal es que sean iguales (y es que en este reinado todavía cuidaban mucho las perforaciones) y la ultima perforación es de 0,60

Carlos de la Casa, recoge en su libro "Las Necrópolis Medievales Sorianas", el mas importante descubrimiento de España en lo que se refiere a ajuares con moneda funeraria. Varios son los años que se ha tardado en poner orden en esta necrópolis, en lo que se refiere al valor numismático en cantidad calidad y tiempo, desde Alfonso VIII hasta el siglo XVII con Felipe IV

En el siglo XIII aumenta sensiblemente el numero de piezas funerarias encontradas, pero en el reinado de Enrique II, en la segunda mitad del siglo XIV, aumenta ostensiblemente el numero de tumbas, para decaer el siglo XV.

¿A que se debió este considerable aumento de un 31,46% del total de piezas encontradas? Pues en entre otras cosas, que en los pueblos limítrofes crecen y se establecen sus propias identidades, a esto hay que añadirle unos datos como son en ese siglo la hambruna, malas cosechas y la guerra civil que enfrenta a los hermanastros Pedro I y Enrique II.

Todo unido podría haber sido un motivo mas que suficiente para descuidar las perforaciones, porque en la moneda de este reinado que he tenido ocasión de examinar, francamente las perforaciones no salían muy paradas.


noven de Enrique II, con seis perforaciones descuidadas .


Este cornado de Pedro I tiene dos perforaciones impresionantes, las otras dos son descuidadas de 0,25. Si tenemos en cuenta la turbulencia de este reinado, con guerra civil incluida, que mas podemos pedir a estas perforaciones.

Es muy notable el deterioro de las perforaciones, a medida que ya casi estamos al final de la Edad Media, siendo también ya mas difícil ver enterramientos con moneda con el rito de la perforación, o lo que es lo mismo, la forma de los enterramientos estaba cambiando, se estaba dejando de hacer perforaciones a las monedas y dejándoselas por ejemplo en una vasija ect

Cualquier persona que haya leído las crónicas de estos reinados se daría cuenta de que la cosa no pintaba bien y me imagino que en los enterramientos también tocarían malos tiempos con lo que a partir de ahora las perforaciones que vamos ha encontrar mas adelante ya serán descuidas y mas escasas.


Blanca de Juan II con tres perforaciones, dos muy descuidadas y una con un diamtro de 0,65.


Este vellón de Enrique, es de los últimos que he conocido con perforaciones funerarias y es que a partir de aquí creo que va a ser mas difícil ver, algún reinado mas con estas perforaciones (el rito de la moneda con los enterramientos fue cambiando) y las que se vean serán mas descuidas.


Con cuatro perforaciones, tres de ellas destruidas y una descuidada. Tiene en su A/V la prueba inequívoca de haber estado en contacto con restos óseos. de hay su desgaste y ennegrecimiento.

Fuente: Numismática Mediaval
Autor: Antonio Romero


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